Situado al norte de la isla de Menorca, y tras una pequeña caminata campo a través se pueden encontrar los restos de lo que fue en su momento el Castillo de Santa Águeda o Castell de Santa Àgueda. Esta construcción data aproximadamente de la época del Al-Ándalus, cuando los musulmanes dominaban la mayor parte de España. Sin embargo, en la época de la Reconquista (concretamente el día 17 de enero de 1287), el rey catalán Alfonso III reclamó para la cristiandad dicha fortificación. Pero a pesar de seguir siendo usada como construcción militar, su localización tan alejada de lo urbano hizo que cayera en desuso, hasta el punto de que fue destruida por el rey Pedro IV de Aragón años después, en 1343. Posiblemente la destrucción del Castillo de Santa Águeda vino aparejada a una cuestión de supremacía ideológica, de ahí que actualmente su estado solo nos de unas muestras de cómo fue dicho lugar. Aun así, fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1987.
Lo que fue el recinto del Castillo de Santa Águeda, en su momento, estaba dividido en tres grandes partes, como se puede comprobar al llegar al lugar y también al leer la información allí expuesta. Sin embargo, a pesar de pertenecer a la misma construcción, uno de los recintos se construyó en el siglo XIII mientras que los otros dos datan del siglo XI y XII. Destacaba de la construcción su gran enfoque de utilidad para el pueblo, pues además de posteriormente construirse en una iglesia (de ahí el nombre de Castillo de Santa Águeda), también poseía un aljibe y zonas de cultivo que, probablemente, ya habían sido usados por los musulmanes.
Y no solo eso, pues además este recinto defensivo también se creó cerca de la sede política con el fin de servir de refugio a estos poderes, pero también al pueblo ante la llegada de la guerra, como así ocurrió con la conquista cristiana de la isla. Por lo tanto, el Castillo de Santa Águeda cumplía muchas más labores además de la militar y de control de costas de la zona norte.
Actualmente el Castillo de Santa Águeda se encuentra en buen estado para visitar, pues se pueden apreciar los restos de lo que pudo ser, además de ver algunas partes que aún quedan en buen estado y en pie. Además, en este lugar se encuentra un mirador desde el cual se puede ver gran parte de la zona norte, como ya hacían en la Edad Media.