Menorca es una de las islas más bonitas del archipiélago balear, con increíbles vistas, además de calas y playas espectaculares. Pero no solo eso, sino que además, tenemos unos preciosos pueblos con encanto en Menorca.
Seguramente habrás visto fotos y vídeos de las calas y playas de la isla, pero ¿alguna vez has pensado la buena sensación que debe dar pasear por las preciosas calles de los pueblos con encanto de Menorca?
Y es que sin duda, tienes que venir a la isla a vivir la experiencia en primer plano, puesto que encontrarás la tranquilidad que necesitas. A continuación, te detallamos cuáles son los 4 pueblos con encanto de Menorca que no te debes perder en tu visita a la isla.
¿Cuáles son los 4 pueblos con encanto de Menorca?
1. Mahón
Mahón es la capital de la isla de Menorca. En esta parte de la isla se encuentra el hospital, el puerto comercial o el aeropuerto, entre otros. Sin duda, es un punto a visitar en donde encontrarás todo lo que necesitas en tu visita. Además, ¿sabías que se cree que la salsa de la mayonesa se creó en esta ciudad?
2. Ciutadella
Ciutadella es uno de los pueblos con más encanto de Menorca. Se trata del pueblo con más habitantes de Menorca (más que en Mahón) y es la antigua capital de la isla. Desde este punto, podrás disfrutar de preciosos atardeceres. Además, posee un puerto natural y numerosas playas con encanto.
3. Fornells
Fornells es conocido por las tranquilas aguas con las que cuenta. Por ello, en este punto encontrarás un puerto magnífico para practicar numerosos deportes acuáticos, como son el kayak y el submarinismo o vela, entre otros. Además, cuenta con casas y villas espectaculares, como la Finca Santa Victoria.
4. Es Migjorn Gran
Es Migjorn Gran es un pueblo con encanto de Menorca que se encuentra en el centro-sur de la isla. Es muy bonito, ya que se trata de un pueblo muy tradicional, en donde encontrarás que sus casas son blancas y con las ventanas verdes.
Como ves, existen numerosos pueblos con encanto en Menorca. Pero no es lo mismo leerlo que vivirlo, por ello te recomendamos que te organices unas vacaciones y visites la isla para que puedas comprobarlo con tus propios ojos. Será un precioso viaje que siempre recordarás.
Y es que, como dice el refrán, ¡bueno es vivir para ver!