Cuando pensamos en una playa, en nuestro concepto mental suele aparecer la idea de un espacio abierto y arenoso con una costa bañada por el sonido de las olas. Pero la naturaleza es caprichosa y tiene reglas, y a lo largo y ancho del mundo podemos encontrar formaciones naturales costeras que ni en sueños podríamos haber imaginado. Una de esas formaciones está más cerca de casa de lo que podrías creer. Se trata de la Cala Rafalet de Menorca, una cala menorquina que desafía la idea de del concepto de playa en numerosos sentidos.
Esta cala se encuentra cerca del núcleo urbano de Mahón, la capital de Menorca, por lo tanto está próxima al ajetreo de la ciudad y al mismo tiempo no lo está, y es que resulta difícil pensar en los restaurantes y en las calles de Mahón cuando estamos en la Cala Rafalet de Menorca, ya que su composición natural, una estrecha franja de mar rodeada de rocas y escondida de las zonas más arenosas, nos adentra en un mundo aislado del exterior en todos los sentidos. No solo es que se trate de una cala escondida, sino que en absoluto responde a las definiciones más convencionales de «naturaleza».
La Cala Rafalet de Menorca también destaca por ser pequeña, lo que acentúa esa sensación de intimidad de la que es imposible desligarse. Incluso el mar busca un espacio ajeno al resto de la existencia, ajeno al resto de concepciones tradicionales de lo que es el mar. Por es razón, el hecho de que sea pequeña no es en absoluto un contra, sino algo positivo, sobre todo para las personas que buscan la soledad, la meditación, o sencillamente compartir un momento especial en pareja. Por otro lado, a pesar de su sencillez y humildad, la cala se hizo especialmente famosa cuando apareció como escenario en el anuncio de Estrella de 2010.
A pesar de estar ante una de las más preciosas playas vírgenes de Menorca, llegar a la Cala Rafalet de Menorca, no es tan complicado como puede parecer. Se puede acceder a ella a pie caminando aproximadamente diez minutos desde el parking más cercano. También está muy cerca de Camí de Cavalls, un sendero con mucha historia. Pero lo más normal y fácil es conducir desde Mahón, la urbe más próxima, donde además puedes aprovechar y adquirir comida y bebida para pasar el día.
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