Menorca tiene un aura especial. Tanto es así y tanto ha luchado por mantenerse así durante décadas que, gracias a ello, hoy podemos seguir disfrutando de una isla que conserva sus raíces pero que mira por el bienestar de cuantos la habitan y de cuantos vienen de visita. En Menorca, la tradición de recorrer con unas cómodas y ligeras abarcas cada una de sus empedradas y estrechas calles, el hábito de pasar tiempo en familia y la costumbre de sentarse en una terraza a degustar queso de Mahón acompañado de un exquisito gin no solo no se pierden, sino que, además, se comparten.
Y quien dice en una terraza dice en un porche de una de las tradicionales casas en Menorca de pueblo, casas con encanto que, aún con el paso de los años, conservan su típica arquitectura. He aquí tres casas en Menorca de pueblo para desconectar en septiembre:
1. FINCA TONI
Su nombre en realidad es Es Llogaret, pero también se la conoce por Finca Toni y se trata de una opción de alojamiento en Menorca único. Y decimos único porque esta casa de pueblo, que data del siglo XIX aunque fue reformada en 2005, cuenta con una ruta de senderismo dentro de la propia finca. ¿Sus vistas? Nada más y nada menos ¡que al monumento prehistórico Torre d’en Galmés que ves en la foto!
Es además una finca privada que tiene piscina propia, zona de juegos, barbacoa y todo tipo de comodidades.
También reformada en 2005, la Finca Na Bona garantiza la privacidad y la tranquilidad, ya que no tiene vecinos próximos. Está a cinco minutos del puerto de Mahón, uno de los mayores atractivos turísticos de Menorca, de gran reconocimiento internacional por ser el segundo puerto más extenso del mundo.
Es para nada más y nada menos que diez huéspedes y también tiene piscina.
3. FINCA ES PI
Al igual que la Finca Toni, la Finca Es Pi se ubica en Alaior, un pueblo menorquín con un marcado acento industrial porque, en él, ¡se elabora el queso típico de Mahón! Su ubicación es también extraordinaria, ya que cuenta con un estupendo acceso tanto a las playas del norte, como Cala Pregonda, como a las del sur, como Santo Tomás.
Se encuentra en lo alto de una colina y cuenta con unas vistas preciosas al campo.
Porque septiembre es un mes para desconectar, vente a Menorca.
¿Dónde mejor que aquí?