Existe la creencia errónea de que las zonas costeras mediterráneas solo son atractivas en los meses de verano. Sin embargo, hay multitud de pruebas que demuestran que esta preciosa región también es muy interesante y está llena de maravillas que visitar en otoño y en invierno. Menorca, de hecho, es un claro ejemplo de ello. Como destino isleño y variopinto gracias a sus calas, sus acantilados, sus ciudades, sus pueblos y sus numerosas actividades de ocio, Menorca en diciembre resulta un lugar mágico durante los meses más fríos del año.
¿Qué se puede hacer en Menorca en diciembre?
Esa es la pregunta clave, o al menos la primera que debemos hacernos. Es muy fácil sucumbir al turismo urbano, sobre todo al más costumbrista. Los aficionados a pasear por preciosas calles y avenidas concurridas en ciudades junto al mar o enterradas en la naturaleza no sentirán decepción al visitar Mahón, la capital, y Ciutadella, una de las ciudades más bonitas de la isla. Quienes prefieran algo más pequeño, íntimo y familiar pueden darse una vuelta por los preciosos pueblos de Fornells o Binibeca.
Sin embargo, visitar ciudades no es la única posibilidad cuando visitamos Menorca en diciembre. Puede que no sea la temporada más ideal para tomar un sol o darse un baño, pero desde luego sí lo es para practicar actividades de senderismo en plena naturaleza, mucho más verde en esta época; practicar el turismo ecuestre, ya que aprender a montar a caballo en una isla de panorámicas tan impresionantes puede ser la mejor decisión de todo el viaje; o incluso hacer cicloturismo. El senderismo a pie es agradable y gratificante, pero el ciclismo de montaña, por ejemplo, nos permitirá conocer rincones ocultos de la isla mientras practicamos un deporte apasionante.
Por si eso fuera poco, descubrir Menorca en diciembre puede conducirnos a descubrir su rica gastronomía, propia del mar y de pueblos pesqueros como los antes mencionados. Si queremos podemos incluso celebrar las cenas de Nochebuena, Navidad y Nochevieja. Pasar las fiestas en Menorca puede hacer que nuestra estancia sea algo más que satisfactoria. Puede ser inolvidable. Y esta isla, en definitiva, no necesita de adornos navideños o de luces para brillar, pues ya lo hace por sí misma.
Si te has quedado con ganas de saber qué más puedes hacer en diciembre en Menorca, echa un vistazo a nuestro post sobre “¿Qué hacer en Menorca en invierno?”.
En definitiva, ya vengamos con amigos, con nuestra pareja o con toda la familia, Menorca es un destino apasionante durante el último mes del año.
Y tú, ¿te animas?
